Procedimiento ambulatorio mínimamente invasivo diseñado para tensar la piel y mejorar la flacidez en la parte inferior del rostro, logrando un aspecto más juvenil y natural.
Consulta de valoración médica
Procedimiento ambulatorio con anestesia local
Revisión médica de seguimiento
30 a 60 minutos
3 a 5 días
Local
El cirujano analiza la estructura facial y determina el plan quirúrgico adecuado según las necesidades del paciente.
Se aplica anestesia en las áreas a tratar para garantizar comodidad durante el procedimiento.
Se realizan pequeñas incisiones cerca de la oreja para acceder a los tejidos sin dejar cicatrices visibles.
Se ajusta la piel y los músculos superficiales (SMAS) para lograr un efecto de lifting natural y armónico.
Las incisiones se suturan con puntos finos que dejan marcas mínimas y prácticamente imperceptibles.
Las incisiones son pequeñas y se colocan en zonas discretas, como alrededor de la oreja, haciéndolas casi invisibles.
Generalmente entre 3 y 5 días para volver a actividades cotidianas, aunque el resultado definitivo se aprecia después de algunas semanas.
No, el mini facelift es menos invasivo y se enfoca en la parte inferior del rostro, ideal para flacidez leve o moderada.
No son permanentes, pero sí duraderos. Los efectos suelen mantenerse entre 5 y 7 años, dependiendo del envejecimiento natural.
Generalmente entre los 35 y 55 años, cuando comienzan los signos de flacidez sin exceso de piel severo.
Sí, puede complementarse con bichectomía, lipopapada o rellenos faciales para un rejuvenecimiento integral.
No, las molestias son leves y se controlan con analgésicos comunes. La mayoría de los pacientes no requiere hospitalización.
Desde la primera semana se observa una piel más firme y definida, pero el resultado final se aprecia entre 3 y 4 semanas.
Las suturas suelen ser reabsorbibles o se retiran a los 5 o 7 días según la técnica empleada.
Entre 30 y 60 minutos aproximadamente, dependiendo del grado de flacidez y las áreas tratadas.