Tratamiento regenerativo con tu propio plasma que estimula la producción de colágeno, mejora la textura de la piel y fortalece el crecimiento capilar.
Valoración médica y diagnóstico personalizado
Extracción de muestra sanguínea
Centrifugación para obtención de plasma rico en plaquetas
Aplicación facial o capilar mediante microinyecciones
Material estéril y desechable incluido
Revisión post-tratamiento y seguimiento
30 a 45 minutos
1 a 2 días
Local
Se toma una pequeña muestra de sangre (entre 10 y 20 ml) del propio paciente.
La muestra se centrifuga para separar el plasma rico en plaquetas del resto de los componentes sanguíneos.
El PRP se aplica mediante microinyecciones en la piel o cuero cabelludo según el objetivo del tratamiento.
Las plaquetas liberan factores de crecimiento que activan la regeneración celular y la producción de colágeno.
El especialista evalúa la zona tratada y programa las sesiones de seguimiento recomendadas.
Las molestias son mínimas. Se utiliza anestesia local y las microinyecciones son rápidas y bien toleradas.
En tratamientos faciales, los resultados son visibles desde la primera sesión; en tratamientos capilares, los cambios aparecen a partir del segundo mes.
Generalmente entre 3 y 4 sesiones iniciales, seguidas de mantenimiento cada 6 a 12 meses.
Sí, al usar tu propia sangre no hay riesgo de alergias ni rechazo. Es un procedimiento 100% biocompatible.
Sí, fortalece los folículos capilares, reduce la caída y estimula el crecimiento de cabello nuevo.
Sí, puede combinarse con mesoterapia, hilos tensores o láser para potenciar los resultados.
No requiere reposo. Puedes retomar tus actividades diarias el mismo día, evitando sol o ejercicio intenso por 24 horas.
Rostro, cuello, escote, manos y cuero cabelludo son las áreas más comunes.
No, aunque los efectos son duraderos y mejoran con las sesiones de mantenimiento recomendadas.
Pacientes con trastornos hematológicos, infecciones activas o enfermedades autoinmunes deben consultar con su médico antes del tratamiento.